Behind the Scenes of Planting 63,000 Trees in Azuero
- sandra8310
- hace 6 horas
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La temporada de reforestación de este año fue nada corto de extraordinaria. Entre mayo y agosto, cuando las primeras lluvias tocaron el suelo de la península de Azuero, nuestro equipo de Fundación Pro Eco Azuero, junto con cientos de voluntarios y socios comunitarios, emprendió una misión: devolver la vida al bosque seco tropical en peligro de Panamá. ¿El resultado? 63,000 árboles nativos plantados en 12 fincas—cada uno con una historia de resistencia, dedicación y esperanza.
Semillas de Cambio: Mujeres Liderando el Camino
El viaje comienza mucho antes de que se cave el primer hoyo. Los plantones que llegaron a los campos esta temporada fueron cuidados con paciencia y dedicación por nuestra red de microproductores en Bayano, Paritilla, Cambutal, Corozal, Bajo Corral, El Oro, Guararé, Nuario, Oria de Bayano y Chumico. La mayoría de estos productores son mujeres que, a lo largo de los años, han sido capacitadas por Pro Eco Azuero en la recolección de semillas, manejo de viveros y cuidado de las plantas.
Trabajando con el conocimiento ancestral y el apoyo de nuestro equipo, cultivaron especies nativas esenciales para restaurar el bosque seco tropical. Desde los sustratos del suelo hasta las bolsas de vivero y las semillas, proporcionamos las herramientas necesarias para asegurar que cada árbol estuviera sano, fuerte y listo para su viaje hacia la naturaleza.

Trazando el Camino Hacia los Bosques de Mañana
La reforestación no comienza con la plantación, sino con la planificación. Antes de que un solo árbol fuera sembrado, nuestro equipo forestal visitó cada finca para realizar evaluaciones detalladas:
Inspecciones con drones para comprender el terreno.
Análisis del suelo para evaluar la degradación.
Inventarios en campo para seleccionar la combinación correcta de especies.
Cada decisión —dónde plantar, qué distancia dejar entre los árboles, qué especies combinar— fue diseñada para darle a estos nuevos bosques la mejor oportunidad de prosperar.

Los Magníficos: Guardianes del Campo
Al amanecer, cuando la mayoría del mundo aún dormía, nuestro legendario equipo de campo, Los Magníficos, ya estaba en movimiento. A las 5:30 a.m., preparaban la tierra: midiendo distancias, abriendo líneas de plantación, cavando hoyos y cargando pesadas cajas de plantones loma arriba y loma abajo por empinadas colinas. Y si escuchabas con atención, podías oírlos cantar y bromear mientras trabajaban, recordándonos que la pasión convierte hasta el trabajo más duro en una alegría.
Para las 7:00 a.m., nuestro Equipo Mono se unía, listo para recibir a los voluntarios del día.

Sembrando: Una Aventura Collectiva

Esta temporada, más de 400 voluntarios se arremangaron para ayudar, provenientes de Future Sense Foundation, Global Glimpse, Universidad de Panamá, UDELAS, ALAS Pro Tour surfers, Banco General, el Cuerpo de Paz, nuestros Pro Eco Pelaos jóvenes y muchos colaboradores independientes.
Cada día comenzaba con una capacitación: cómo plantar correctamente, cómo trabajar en equipo y qué esperar del accidentado paisaje de Azuero. Les advertimos que sería duro. Las lomas eran empinadas, el sol intenso, el barro resbaladizo. Pero con sombreros, botas, botellas de agua y buen ánimo, se convirtieron en parte de una máquina viva y vibrante de reforestación.
Hombro a hombro con nuestro equipo, los voluntarios plantaron fila tras fila de árboles. Detrás de ellos, nuestro equipo de monitoreo los seguía con dos tareas esenciales:
Georreferenciar cada árbol usando GPS, fotografías e identificación de especies, para que cada uno de los 63,000 árboles pueda ser monitoreado durante los próximos cinco años.
Control de calidad, asegurándose de que los plantones fueran sembrados a la profundidad adecuada, en las condiciones correctas y con la mejor oportunidad de sobrevivir.
Esto significa que nuestros bosques no solo se plantan, sino que también son vigilados, medidos y cuidados, año tras año.
En ocasiones, en tan solo dos horas, 1,000 árboles encontraban su nuevo hogar en la tierra. El sentido de logro se reflejaba en cada rostro.

El Trabajo Continúa: Cuidando los Bosques
Para nosotros, la reforestación no termina cuando se planta el último árbol. Los meses que siguen son cruciales para asegurar que estos jóvenes bosques sobrevivan y crezcan.
Primer mantenimiento (60 días después de la siembra): nuestros equipos regresan a cada sitio para limpiar alrededor de cada plantón, eliminando las malezas y arbustos altos que podrían “sofocar” a los árboles jóvenes. Este rodajeo es esencial para darles la luz y el espacio que necesitan para desarrollarse.
Segundo mantenimiento (a finales de la temporada de lluvias): regresamos a las parcelas para repetir la limpieza y verificar la salud de los árboles, asegurándonos de que los plantones sigan fuertes a medida que las lluvias disminuyen.
Tercer mantenimiento (enero): en el punto más seco de la temporada, establecemos cortafuegos y reforzamos las cercas perimetrales. Esto protege las parcelas de dos de las amenazas más comunes en Azuero: el ganado suelto y los incendios accidentales.
Solo combinando la plantación con un seguimiento cuidadoso y por etapas podemos asegurar realmente el éxito a largo plazo de cada sitio de reforestación.
Lecciones de Resiliencia

Para muchos voluntarios, especialmente quienes venían del extranjero, los primeros días fueron un choque: el calor, la humedad, la lluvia, las lomas. Pero algo cambió para el tercer día. El reto se transformó en orgullo. Lo que comenzó como agotamiento se convirtió en entusiasmo. Se dieron cuenta de que plantar un bosque no solo es poner árboles en la tierra, sino formar parte de algo más grande que uno mismo.
Una Temporada para Recordar
El 15 de agosto de 2025, cerramos oficialmente la temporada de plantación. Aunque nuestro objetivo era plantar 100,000 árboles, las limitaciones presupuestarias nos llevaron a alcanzar 63,000. Y, aun así, no podríamos estar más orgullosos. Cada árbol es una promesa para las futuras generaciones, un fragmento del bosque seco tropical renacido.
Este logro es de todos: de las mujeres que criaron los plantones con saber ancestral, de Los Magníficos que llevaron los bosques sobre sus hombros, de los voluntarios que enfrentaron las colinas y de los donantes y aliados que hicieron todo esto posible.
Juntos, demostramos una vez más que con pasión y amor, se pueden lograr cosas extraordinarias.

Gracias por ser parte de este viaje. La península de Azuero es más verde gracias a ti. 🌳💚
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