Por: Frida Ruiz Al imaginar los remotos y robustos bosques tropicales secos de la Península de Azuero, la tecnología no suele ser lo primero que viene a la mente. Muchas personas asocian la tecnología con maquinaria complicada y partes frágiles, incompatibles con el terreno accidentado del bosque lluvioso panameño. Aunque integrar ambos conceptos pueda parecer contradictorio, la tecnología puede servir para ayudar en los esfuerzos de conservación, aumentando la escalabilidad y llenando los vacíos de ineficiencias. Por lo tanto, esta serie de dos partes educará a aquellos interesados en las diversas tecnologías y herramientas involucradas en la conservación.
La primera parte se centrará en la reforestación, que involucra tecnología desde la fase de planificación hasta la de ejecución. Es importante saber que, aunque la reforestación consiste principalmente en plantar árboles, esta es solo una parte del panorama más amplio de la restauración ecológica. La restauración recupera los ecosistemas y la biodiversidad de las poblaciones de especies anteriores. Los bosques desarrollados atraen más polinizadores nativos, que ayudan a las tierras agrícolas circundantes. Con más árboles con raíces más fuertes y materia orgánica, el suelo recuperará más nutrientes, lo que fomentará un mejor ciclo de nutrientes y la reducción de la erosión del suelo. La abundancia de árboles también ayuda con la retención de agua y promueve más lluvias. Para asegurar los beneficios ecológicos de la reforestación, es necesario tener un profundo conocimiento de las especies de árboles, las cantidades de dichas especies, el diseño del plan de reforestación y el plan de monitoreo posterior.
Antes de la temporada de reforestación, que abarca los meses entre septiembre y mayo, se estudia el terreno y se crea un diseño para la cantidad y tipos de plantas necesarias para cada subregión. Mientras tanto, las semillas son recolectadas por microproductores locales, que gestionan viveros de semillas para cultivarlas. Durante la temporada de reforestación, los plantones y el fertilizante se recolectan y transportan al terreno donde finalmente se hacen agujeros para plantar los plantones. Después de la plantación, el equipo fertiliza y realiza un monitoreo inicial, donde la planta es ubicada, identificada y fotografiada. En promedio, el terreno es monitoreado y mantenido durante 5 años, hasta que sea lo suficientemente resistente para participar en la regeneración pasiva.
Con esto en mente, el proceso de reforestación implica muchos detalles esenciales que, con mayor eficiencia y escalabilidad, pueden ayudar a crear un impacto mayor. Por lo tanto, la siguiente sección describirá algunas de las herramientas técnicas utilizadas para asistir en dicho proceso.
Barrenas Manuales
Una barrena consiste en una broca en espiral, donde la punta (conocida como tornillo de avance) rompe el suelo mientras la espiral extrae la tierra suelta. Esto proporciona una manera eficiente de crear agujeros, ya que tiene la capacidad de cavar y al mismo tiempo asegurarse de que la tierra removida se saque del agujero. A diferencia de las barrenas de tamaño industrial, las barrenas manuales pueden ser alimentadas por una batería, lo que las hace más ligeras y capaces de ser utilizadas a velocidades más rápidas. Desafortunadamente, pueden surgir algunos problemas al usar barrenas, especialmente en terrenos rocosos y pantanosos, donde el terreno podría dañar la broca de la barrena. Para esos tipos de terrenos, los dispositivos de excavación manual son más útiles. Sin embargo, las barrenas generalmente permiten a sus usuarios hacer más agujeros, lo que permite plantar más árboles en un día determinado.
2. DIJ Phantom Drone
Un vehículo aéreo no tripulado, también conocido como dron, puede tomar imágenes y videos de vastas regiones a alturas increíbles (más de 400 pies). Además de proporcionar una buena vista del paisaje, los drones también pueden capturar imágenes y rastrear la ubicación geográfica de dichas imágenes. Estas imágenes se pueden cargar en un software de mapeo como Google Earth, donde los puntos geográficos se pueden convertir en una simulación realista del terreno. Esta información permite a los ecólogos y a los equipos de reforestación tener una estimación precisa de la cantidad de plantas necesarias y de las condiciones topográficas (como la inclinación, la proximidad a áreas sombreadas y la distancia a una fuente de agua) para saber dónde plantar las diferentes especies de plantas.
Aunque los drones son útiles durante las fases de planificación, sus especificaciones de cámara no permiten obtener imágenes de alta resolución de los pequeños plantones, lo que impide su uso durante los primeros 5 años de monitoreo. Por lo tanto, actualmente se utilizan otros métodos para monitorear las plantas.
3. ArcGIS Survey 123 & GPS submetrico
Más generalmente, los sistemas de información geográfica (SIG) son sistemas informáticos que rastrean y muestran información geográfica correspondiente a una ubicación específica. Con información simple como longitud, latitud y altitud, el sistema puede crear mapas precisos y personalizables de la región para evaluar variables específicas. Esri, uno de los mayores desarrolladores de software SIG, creó ArcGIS Survey 123, que sirve como una herramienta de recolección de datos que rastrea la ubicación y otra información relevante de cada entrada. En el caso de la reforestación, se puede utilizar para monitorear las plantas tomando fotografías de las mismas y añadiendo manualmente información como el tipo de especie. Esta información puede mostrar cuántas plantas se monitorean en cada sitio y el desglose del estado de salud de cada especie. Para garantizar una ubicación precisa, el equipo de monitoreo lleva un dispositivo GPS (sistema de posicionamiento global), que permite que la antena del dispositivo sea localizada por los satélites, identificando así la ubicación de la planta. Aunque este método permite una inspección detallada de las plantas, es bastante laborioso y requiere una gran cantidad de entrada manual.
A pesar de los inconvenientes actuales en cada una de estas herramientas tecnológicas, hay desarrollos en curso que podrían abordar algunos de los problemas y aumentar aún más su eficiencia. Aunque estas herramientas ayudan en los esfuerzos de conservación, es importante reconocer que su función principal debe ser apoyar y potenciar los esfuerzos humanos, ya que nada puede reemplazar la intuición humana.
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