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Tecnología en Conservación Parte 2: Conservación de Biodiversidad

Por: Frida Ruiz

Como se mencionó en la parte anterior de Tecnologia en Conservación, existen muchos aspectos de la conservación y diferentes maneras en las que la tecnología se involucra. La primera parte de la serie abarcó el proceso de reforestación y las herramientas utilizadas para facilitarlo, desde el uso de barrenas manuales para crear agujeros, hasta el empleo de drones para analizar el terreno del sitio de restauración. Sin embargo, es importante destacar que la reforestación es solo una parte de la conservación, y es igualmente esencial centrarse en la biodiversidad dentro de los ecosistemas.


Asegurar que la riqueza y uniformidad de especies se alineen con las condiciones previas a la deforestación es clave para una restauración completa. La flora y fauna dentro de un ecosistema contribuyen a procesos como el ciclo de nutrientes, la filtración de sistemas hídricos, la adición de contenido orgánico al suelo, la reducción de la erosión del suelo y la dispersión de semillas. Además, actúan como indicadores de la salud del ecosistema. Sin su presencia, es imposible mantener el equilibrio del ecosistema, incluso después de la reforestación. Por ello, los ecólogos dedican tiempo y recursos a la conservación de especies.


Los principales aspectos de la conservación de la biodiversidad incluyen la provisión de hábitats adecuados, condiciones de reproducción y las interacciones entre especies. Las prácticas ecológicas como la reforestación permiten que se generen estas condiciones, ya que muchas especies no pueden aumentar su población sin un hábitat desarrollado. No obstante, es difícil determinar si la reforestación ha sido exitosa en aumentar la biodiversidad sin medir los resultados.


El monitoreo de la biodiversidad ofrece una forma cuantitativa de determinar las poblaciones y tipos de especies. El equipo de Biodiversidad visitará un sitio de reforestación dos veces al año (durante las estaciones húmeda y seca) durante un periodo de 1.5 meses, asegurando que las herramientas dispongan de tiempo suficiente para recopilar datos. Si bien el equipo observa y analiza la biodiversidad vegetal, gran parte de este trabajo ya lo realiza el equipo de reforestación. Por lo tanto, la mayoría de los esfuerzos se enfocan en el monitoreo de la biodiversidad animal.


Los métodos tradicionales incluyen transectos y conteos puntuales, donde los ecólogos y miembros de la comunidad local documentan evidencias de animales en un área predefinida (incluyendo huellas, excrementos, llamados y observaciones visuales de organismos). Aunque estos métodos son precisos cuando se implementan correctamente, suelen consumir mucho tiempo en relación con la cantidad de datos necesarios. Por lo tanto, la nueva tecnología puede ayudar a abordar algunas de estas preocupaciones y facilitar el monitoreo de la biodiversidad, lo que se explorará en la siguiente sección.


  1. Cámaras Trampa  



   Las cámaras trampa sirven como una herramienta eficaz para capturar imágenes de animales que no son comúnmente avistados o para obtener una estimación más precisa de la abundancia de una especie. La mayoría de las cámaras trampa modernas funcionan mediante sensores infrarrojos pasivos (PIR), que envían haces para detectar movimientos y firmas de calor en un paisaje determinado, lo que indica la presencia de un animal. Posteriormente, la cámara toma una fotografía o graba un video, y la velocidad con la que esto ocurre depende de la velocidad de activación (en cámaras de alta calidad, suele ser de menos de 0.5 segundos) (Naturespy.org). Según una publicación de la Royal Society, "las cámaras trampa fueron significativamente más efectivas que otros métodos para detectar un gran número de especies (31%) y para generar detecciones de especies (91%)" (Wearn & Glover-Kapfer, 2019).

Aunque en principio es fácil instalar las cámaras trampa, existen varias complejidades que pueden conducir a grabaciones inadecuadas. El movimiento de las ramas, fuertes vientos y la inactividad de los animales pueden hacer que la cámara no capture lo que se busca. Desafortunadamente, estos errores suelen descubrirse al final de la temporada de monitoreo de biodiversidad, lo que resulta en un análisis de datos tedioso. Afortunadamente, una vez que se aprende a utilizarlas correctamente, estos errores son menos frecuentes, especialmente a medida que las cámaras se han vuelto más confiables y eficientes.


2. Monitores Acusticos  Pasivos


         Los Monitores Acústicos Pasivos (MAP) detectan una amplia gama de ondas sonoras a través de sus micrófonos (u otros sensores) para registrar el ruido en un entorno determinado. Estos monitores se utilizan principalmente en investigaciones ornitológicas (de aves) y oceánicas (estos últimos emplean hidrófonos y sensores más complejos). Sus principales ventajas incluyen la facilidad de implementación, la no invasividad para las especies circundantes y la capacidad de capturar más de 120 horas de grabaciones. Sin embargo, muchos MAP terrestres son tecnología de reciente desarrollo, lo que los hace más susceptibles a errores y fallas de fiabilidad. A pesar de algunos problemas técnicos, los MAP permiten grabaciones de audio continuas en múltiples puntos de muestreo, lo que sería impráctico con los métodos tradicionales.


  1. La "MothBox" 

  


Diseñado por DINALAB, un estudio de prototipado de tecnología para la selva en Panamá que ayuda a los ecologistas a crear herramientas personalizadas para la investigación y la conservación, The MothBox se utiliza para monitorear insectos nocturnos (como polillas), que son difíciles de detectar con métodos convencionales. El dispositivo funciona atrayendo a las especies objetivo con su luz hacia una sábana, donde luego una cámara captura automáticamente varias imágenes de los insectos. Los principales componentes del dispositivo son una Raspberry Pi (un mini ordenador), luces LED de anillo, batería, una cámara Arducam Autofocus de 64MP, y una luz UV atractora. Actualmente, el dispositivo puede funcionar durante 20 horas y captura imágenes detalladas de los insectos. Estos datos son muy útiles no solo para obtener una idea de la cantidad y tipos de biodiversidad de insectos nocturnos, sino que también pueden ser utilizados en modelos de inteligencia artificial para generar recuentos y tendencias más precisas de las poblaciones de insectos voladores nocturnos en un ecosistema.


Algunos de los objetivos para el desarrollo futuro de The MothBox son reducir los costos, mejorar la calidad de las imágenes y la duración de la batería, y aumentar su facilidad de uso para personas sin experiencia técnica. Dinalab también ha estado trabajando en un dispositivo independiente de luz atractora UV llamado MothBeam. A pesar de ser una tecnología relativamente nueva, The MothBox ha ganado premios como el WILDLABS Award y ha tenido varias iteraciones y actualizaciones.


Los ecologistas y las organizaciones de conservación que utilizan herramientas de monitoreo de biodiversidad buscan tecnología que sea escalable, rentable, capaz de monitorear productores primarios, insectos, mamíferos, aves, y grupos taxonómicos específicos, y que sea replicable y estandarizable. Aunque ninguna de estas herramientas es infalible y no cumplen con todos los requisitos, la creación y mejora continua de estas tecnologías contribuirá significativamente a los esfuerzos actuales de conservación. Es increíble ver cómo la tecnología puede expandirse, no solo cubriendo aspectos esenciales como la capacidad de observar y escuchar animales carismáticos como monos y aves, sino también monitoreando especies más desconocidas, pero igualmente esenciales para el ecosistema, que hasta hace pocos años era impensable rastrear.


 


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